El pecho es la primera fuente de alimento vital. Como tal simboliza nutrición, calor, protección, seguridad y maternidad.
Soñar que se está mamando del pecho materno expresa el deseo de volver a ser niño, mientras que soñar con amamantar es la expresión de la necesidad de llegar a ser adulto o de vivir la experiencia de la maternidad. Si este tipo de sueño lo tiene un hombre, puede significar el deseo de ser una mujer o de la toma de conciencia de algunos aspectos femeninos y maternos: cualidad esta que integrará en su personalidad.
En el simbolismo de Freud aparece nuevamente como fondo la sexualidad. Los sueños que tienen como protagonista el pecho materno corresponden en el hombre a un deseo erótico y en la mujer a una esperanza de maternidad. Este símbolo también puede significar el deseo de regresar al periodo de lactancia materna: el pecho soñado le daría al soñador la seguridad que le falta. Se puede también pensar en el complejo de Edipo, en las personas en las que el cordón umbilical no ha sido todavía, psicológicamente, cortado. Los pechos, siempre según Freud, también son representaciones de las hermanas.
El aspecto del pecho es, en la interpretación popular, determinante para la valoración del sueño; hay que tener presente que el pecho derecho hace referencia a los hijos varones y el izquierdo a las hijas. Un pecho bien conformado siempre es indicio de fortuna y si es una mujer la que sueña con él quiere decir que tendrá hijos hermosos y sanos; si no tiene una forma bonita o está caído hace temer la llegada de peligros y enfermedades para los hijos; cuando se presenta ulcerado, el peligro es para la salud del soñador o la soñadora.
Cubierto de pelo hace presagiar vigor para el hombre y viudedad para la mujer; soñar con más de dos pechos significa excesos, y ver una herida en el pecho predice el amor.
Los intérpretes de la Antigüedad identifican este símbolo con las hijas: así, un pecho caído es de mal augurio porque hace temer su muerte. Presagio de enfermedad para las hijas es soñar que se es golpeado o herido en el pecho. Cuando el pecho se presenta, en cambio, grande y duro predice el nacimiento de un hijo o el aumento del patrimonio personal.