Qué significa soñar con Uvas

La uva que recoge en los granos de sus racimos la energía y la luz solares simboliza la fecundidad, el bienestar, la abundancia, la prosperidad, la sabiduría y la inmortalidad. La acción de recoger la uva puede ser un indicio del deseo de mantener relaciones íntimas.
Para Freud es un símbolo erótico.
Jung ve en el racimo de uva un simbolismo femenino: es una imagen de fecundidad y, en especial, del pecho.
La uva que se come en sueños promete felicidad y beneficios si está madura, según la interpretación popular. Si está verde anuncia contrariedades, aunque sean de corta duración; seca es portadora de preocupaciones. Soñar con uvas fuera de tempora­da es señal de que se padecerán futuras dificultades. Vendimiar disfrutando es presagio de placer. Pisar uva negra anuncia un empobrecimiento en el plano sentimental, pero si es blanca anuncia un noviazgo.
Un sueño con este símbolo es, para los intérpretes de la Anti­güedad, un buen augurio que anuncia sobre todo éxitos con las mujeres. La uva blanca simboliza los favores que estas concede­rán públicamente al soñador, y la negra, los favores que recibirá en la intimidad. Según el Talmud, este fruto protege a las mujeres frente a una interrupción no deseada del parto. De hecho, está escrito: «Tu mujer sueña con una vida fértil». En la Biblia, uno de los tres sueños interpretados por José tiene por protagonista la uva: el copero del faraón, que había sido encarcelado, soñó con una parra con tres racimos de uva que germinaron, florecieron y produjeron uva madura; después, el copero se veía exprimiendo esta uva en la copa del faraón. José profetizó que al cabo de tres días el prisionero sería liberado y restituido en su cargo. Así su­cedió efectivamente.
Quien sueña que sus vides no darán uva tendrá una mujer que será estéril. Coger uva de las vides propias significa que se ob­tendrán los favores de una mujer; el significado del sueño es to­davía mejor si la uva es blanca. La uva madura trae la felicidad, la verde, es decir, la que todavía no ha madurado, litigios y sin­sabores. Verse a sí mismo vendimiando significa que pronto se dispondrá de una manera de disfrutar plenamente de la vida.