No hay nada que los nativos de Escorpio consideren definitivo en su existencia y también el tener o no tener dinero sigue el mismo criterio: si se tiene, mejor, pero podría no tenerse y entonces… sería otra historia.
A diferencia de Tauro y Capricornio a los que les gusta acumular para adquirir seguridad, Escorpio se siente libre de gastar el dinero sin tener sentimientos de culpa. Demuestra muy a menudo que les niega, por lo menos en gran parte, el poder que indudablemente se le reconoce en nuestra sociedad.
El psicoanálisis ha aclarado desde hace tiempo que el dinero es para el adulto lo que las heces son para el bebé en el estadio anal: un medio para detentar el poder, para imponer su propia voluntad en el entorno. Ya hemos dicho que la tipología Escorpio se define como de tipo anal-relajado, es decir con la tendencia de desembarazarse de las heces-dinero; pero existe la ambivalencia que se manifiesta cuando este tipo quiere rebelarse y se decide a rechazar a las personas y a las situaciones.
Entonces se tiende al restreñimiento: se convierte en lo que se dice un tacaño, poniendo de manifiesto de esta forma toda su insatisfacción interior. A parte de los episodios límite, que pueden suceder de forma casual y alternarse, los Escorpio normalmente mantienen una relación con el dinero que tiende a evitar el derroche porque consideran que se trata de una postura poco inteligente.
Si deciden hacerlo fructificar, saben realizar buenas inversiones aunque algo arriesgadas. Su concepto de moralidad es muy subjetivo por lo que no desprecian utilizar métodos no del todo ortodoxos para abrirse camino en el mundo de las finanzas.
De todos modos, no se trata del interés principal de un verdadero Escorpio el hecho de acumular dinero durante su existencia, y aunque lo consiga no es imposible que tire todo por la borda para conseguir otras metas y aventuras. Decidir ser en lugar de detenerse en el tener sería una elección en consonancia con su naturaleza.