Son sujetos que tienen una gran fuerza de voluntad y tienen capacidad para llevar a cabo eficaces introspecciones.
En general, la sed de poder es fuerte y las tendencias a aceptar sacrificios y renuncias de buen grado son escasas.
Escorpio es un signo dominante y sus nativos pueden decidir lanzarse de lleno a la autorrealización o sublimar cada pulsión del Ego para alcanzar objetivos espirituales.
A menudo saben ser muy duros con el prójimo, casi incapaces de indulgencia.
Si el ascendente o la Luna están en Capricornio serán severos incluso consigo mismos y tendrán un gran sentido del deber.
No es fácil luchar con tendencias contrapuestas: destruir y revelarse a las obligaciones o aceptarlas con rigor.
Si predomina Escorpio podremos tener desorden, anarquía y excesos erótico sexuales; si predomina Saturno el control de los instintos es la evolución.