Vela azul

El día más adecuado para realizar un ritual con una vela de color azul es el jueves. Este color tiene efectos tranquilizantes y ayuda a estabilizar la salud, especialmente si la persona enferma sufre de problemas circulatorios o digestivos. También resulta muy útil para ayudar a combatir jaquecas, insomnio y problemas cardíacos y puede emplearse para aguzar la intuición de las personas, favoreciendo la capacidad de comprensión, la inteligencia y la sabiduría.
Para hacer un empleo correcto de esta vela, conviene consagrarla cualquier día de Luna nueva, especialmente con aceite de manzanilla, sándalo o mirra. Luego, sobre una mesa forrada con un paño azul, formar un pequeño altar, colocando una pirámide de cristal, un incienso, cristales, flores secas y un vaso de agua.
Si el ritual se realiza en favor de otra persona, poner una foto de la misma cerca de las flores. La vela debe colocarse en el centro de la mesa, en un pequeño plato de color blanco.
Al encender la vela, explicar claramente en voz alta el motivo por el cual se llevará a cabo el ritual, pronunciar ocho veces el mantra OM y visualizar una flecha azul saliendo de la llama de la vela y expandiéndose en todas las direcciones. Juntar las manos en oración, a la altura del pecho, cerrar los ojos e inspirar profundamente. Al soltar el aire, abrir los ojos lentamente y agradecer en voz alta al Supremo, que nos ayudará a alcanzar las metas.
Cuando la vela se termine, envolver sus restos junto con las flores y el incienso en un trozo de papel azul, atar todo con hilo blanco y tirarlo al cesto de basura. Guardar las demás cosas en su lugar, arrojando el agua por una rejilla.

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