Arcano 1 El Mago

El cuarzo blanco y el rubí

La consciencia despierta

Plano: espiritual (la centella divina como el cuerpo espiritual, la consciencia supra racional).

Elemento: fuego (principio Yang activo).

Función: intuición (la inspiración creativa que llega del espíritu).

Palabra: luz (la capacidad de incorporar e irradiar energía).

Signos: Aries (la chispa, el impulso), Leo (la llama, el brillo) y Sagitario (la brasa, lo que queda).

Imagen: el espíritu, la centella divina, el Hijo de Dios, Cristo, Krishna, Osiris, Oxaguiá, Apolo, el Sol, lo Mágico, el Señor de los Sueños, el Ilusionista, el Prestidigitador, el Actor.

Significado: el mago es aquel que ha tomado consciencia de sí, consciencia de que su ego, su personalidad es solo una extensión de su Yo divino. Por eso puede hacer milagros en su vida y en la de los demás, transformando sueños en realidad, rompiendo con el tiempo, con el espacio y con la lógica para manifestar aquello que su espíritu desea. Es un actor interpretando magistralmente el personaje de, esta, su vida.

Mensaje: la magia es la manifestación de la imaginación. Pero, para hacer magia es indispensabÍe una convicción y una fuerza de voluntad inquebrantable en la propia capacidad de realización.

Consejo: confíe en usted mismo. Permita que su intuición lo guíe. pero no se olvide, solo realizará su voluntad el día en que se haya transformado en ella misma.

Cautela: no use sus dones para manipular a las personas y las circunstancias de acuerdo a sus interese personales. El poder y el éxito pueden esclavizar el espíritu al ego.

Chakra: el mago hace la conexión entre el séptimo y el primer chakra, teniendo su sede en el sexto chakra o centro de la consciencia creativa, despierta y activa.

Cristales: cuarzo blanco (o diamante). La luz blanca representa la más alta vibración del espíritu, en cuanto que la punta del cristal, tal cual una varita mágica, unifica y dirige las energías de sus caras. Rubí, Es el cristal de la consciencia que se ha iluminado. Representa el fuego vital ascendido al plano espiritual.

El Mago es el señor de los sueños. Cuando soñamos, somos a la vez observador y observado, yo y ego. Asistimos actuando, como en una pantalla de cine. Cuando este observador pueda intervenir conscientemente sobre el observado, podremos dirigir nuestros sueños y, consecuentemente, nuestra vida.