El hombre Tauro

El hombre Tauro

El hombre Tauro generalmente es apolíneo, elegante, de ancho tórax, estatura superior a la media, mirada abierta, aspecto cordial y leal. Es amable y lleno de tacto, sabe tratar con educación y modales finos aun siendo muy masculino.

Es sensual y las relaciones físicas tienen para él el mismo peso que las espirituales, pero debe guardarse de fáciles enamoramientos: si encuentra a una mujer bonita tiende a enamorarse de ella, considerando sólo el aspecto exterior, sin preocuparse de si esta tiene valores morales o intelectuales, y puesto que no sabrá renunciar a estos, puede cometer errores en la elección de la mujer de su vida.

Es aconsejable, por tanto, que utilice al enamorarse la misma prudencia que sabe tener hábilmente en los negocios.

Por regla general se casa joven y puede equivocarse en la elección por los motivos ya señalados. Entonces se desalienta y no acepta continuar la unión si no es como él desea.

Prefiere romper y probar de nuevo, en edad más madura, un segundo encuentro sentimental, que se revela siempre buenísimo y sólido. Este podrá ser tanto una unión matrimonial como una relación que para el nacido en Tauro tiene el mismo valor que el matrimonio, o más.

A pesar de ello tiene un gran sentido de la familia: es un tipo patriarcal, ama la gran familia en la que todos están cerca y en la que él sea el jefe absoluto y de todos aceptado sin discusión. Le gusta recibir, ofrecer comidas y bebidas a los amigos, hacer que se sientan todos a gusto.

Ama la vida llevada con anchura y comodidad, a pesar de que sea bastante parsimonioso y comedido al gastar el dinero, cuyo valor conoce. Por su familia es capaz de enormes sacrificios, pero le gusta que los otros reconozcan estos esfuerzos.

Las habitaciones de la casa del nacido en Tauro serán acogedoras, grandes, amuebladas con gusto muy personal y con alguna nota de lujo.

Pero es preciso que nadie le contradiga en sus hábitos; una mujer con un marido nacido en Tauro debe saber secundarlo, mimarlo lo bastante como para que se sienta el dueño absoluto y al mismo tiempo no variar sus costumbres, a pesar de que no le gusten.

A cambio tendrá un marido fiel, afectuoso a pesar de que Tauro se concederá alguna escapada, a menudo entre las personas que conoce, porque, por instinto, el suyo es un deseo de dominar.

Teme las aventuras de tipo sentimental, aborrece que alguien se enamore de él si ya está casado, y que le moleste. Odia las indiscreciones y no se contenta con una relación sexual, que con el tiempo se hace monótona y le pesa. El hombre Tauro carece de grandes ideales.

Cuando tiene bastante dinero, la familia está bien situada y no hay problemas de salud para él o para quien ama, se considera satisfecho y no busca nada más.

No siempre son tranquilas sus relaciones con su familia de origen; suelen nacer disputas con sus hermanos, incluso por motivos de interés.

Tauro no es muy afortunado en los pleitos, por consiguiente le convendrá siempre intentar solucionar las posibles desavenencias y no llevarlas por los caminos legales porque los procesos podrán ser muy largos y no precisamente a su favor.

Con los hijos tiene suerte, a pesar de que de pequeños le den preocupaciones, cuando sean mayores le serán buenos colaboradores y con ellos podrá lograr un clima de estima y comprensión recíproca.

Por lo general encuentra la manera de colocarlos a todos, con posiciones económicas muy convenientes.

A menudo su elección y su consejo para el trabajo de los hijos es determinante porque estos le aprecian y le estiman como padre y como amigo.