El signo de Acuario, desde el 21 de enero al 19 de febrero, atravesado por el Sol, se halla bajo el dominio de dos planetas: Saturno y Urano. Este doble dominio nos permite representar este signo de aire con la imagen simbólica del dios romano «Jano con dos frentes». En efecto, la influencia ejercida por ambos planetas se dirige hacia dos puntos diametralmente opuestos: Saturno, lento y tradiciona-lista, mira hacia el pasado, Urano, impulsivo y dinámico, dirige la mirada hacia el futuro. Notas predominantes de la personalidad de Acuario son la falta de prejuicios convencionales derivada de Saturno, la versatilidad, la inteligencia y la intuición derivadas de Urano.
Es signo de deseo y de esperanza, de la comunidad y de la comunicación, del calor humano y de la comprensión. Lo que necesita Acuario es la independencia, la libertad individual del espíritu, sin dogmas ni restricciones, basada en una moral férrea y una responsabilidad del todo personal. Aunque empujado hacia el futuro, Acuario no pierde nunca la visión real de los acontecimientos, precisamente es la fusión de estos dos caracteres opuestos la que crea en él al inventor, teórico y práctico, que sabe dar forma a sus pensamientos. En todo Acuario hay siempre algo de inventor y de técnico; sabe manejar con pericia e intuición las máquinas más complicadas, le gustan las cosas modernas y funcionales.
Decididamente contrario a la pedantería, a la indecisión, a todas las limitaciones de la libertad personal, le alienta un interés particular por las cosas extraordinarias y excéntricas. Difícilmente se hallará un Acuario con una casa decorada según el estilo tradicional, sino que estará siempre rodeado de muebles de vanguardia y de las novedades más atrevidas en la decoración.
Otra de sus características importantes es el amor por los experimentos, por los enigmas, por las ciencias ocultas y por el misterio. Casi todos los nacidos en este signo poseen un fuerte espíritu altruista que les hace preocuparse continuamente por las privaciones de los demás. Así pues, son muchísimos los Acuario que intentan de manera activa y organizada mejorar el nivel de vida material y espiritual del pueblo, obrando con todo su entusiasmo y con un fortísimo espíritu de sacrificio. Pero a menudo atraviesan grandes períodos de pereza que les hace olvidarse de todo cuanto les rodea y considerar la vida como demasiado llena de injusticia para que valga la pena intervenir en favor de los más necesitados. Tienen un método de trabajo muy especial, por lo que en la mayoría de los casos deberían dedicarse a una actividad independiente y así evitar contratiempos con sus colaboradores y superiores. Esto es muy importante cuando encuentran personas acostumbradas a un trabajo metódico, ya que su manera de actuar no es bien asimilada generalmente. En muchas ocasiones, al tratar con los demás, los Acuario asumen una actitud de arrogancia y superioridad debido a su innato exhibicionismo. Aun siendo muy humanos y comprensivos no toleran verse postergados a un segundo plano con relación a la otra gente; si ocurre esto, asumen en seguida un aire desinteresado y nervioso. Sensible, emotivo, sentimental e idealista, el individuo nacido en Acuario puede sentir pasiones muy fuertes; pero más que el deseo del dominio le anima una fortísima necesidad de dedicación. Naturalmente, esto le acarreará desilusiones amargas, pero el sufrimiento es siempre más fuerte por la pérdida del ideal que por la pérdida en sí misma. Emotivo e inestable, sufre continuos altibajos; de la depresión más profunda pasa al optimismo más entusiasta. Autosuficiente, raramente deja para los demás las actividades que puede realizar por sí mismo; si encuentra dificultades intentará siempre resolverlas por su cuenta. En este signo, los tipos menos evolucionados poseen una naturaleza poco común relacionada con la excentricidad y la pasión. La necesidad de estar rodeado de seres de carácter débil y muy influenciables se transforma en una necesidad casi fisiológica para Acuario, a fin de sobresalir continuamente por encima de ellos.
Destacan en las profesiones que requieren una amplia visión de las cosas y concentración. Óptimos científicos, en especial en el campo de la ciencia moderna; destacan también con notable éxito en el terreno artístico y literario. Su persona padece siempre fuertes y continuos cambios; matrimonios imprevistos o en el extranjero; la vida privada está sujeta a situaciones también imprevistas e inesperadas. Numerosos los viajes, las amistades y las relaciones en el extranjero así como cambios de residencia de trabajo en países lejanos. El tipo Acuario busca siempre amistades influyentes para poderse procurar ventajas y beneficios. A menudo, la situación familiar se siente influenciada y turbada por la madre más que por el padre; con los parientes íntimos hay muchas veces un sucesivo alejamiento aunque la relaciones sigan siendo amigables y afectuosas. Especialmente en la edad joven se manifiesta el ser más dulce y más sociable que exista e incluso su actitud pasiva puede confirmar esta hipótesis, pero todo es apariencia ya que detrás de estas cualidades se esconde un carácter egocéntrico y poco conformista. A menudo sufre graves crisis que siempre consigue resolver a favor suyo. Este signo, especialmente técnico, hace que sus nativos sean muy hábiles en la guía del automóvil. Suelen conducir con prudencia y utilizan su gran intuición para salvar situaciones comprometidas. Conocen escrupulosamente todas las piezas del coche; más expertos que un mecánico, saben reparar ellos solos las averías. Prefieren un motor potente y se inclinan lógicamente por la línea deportiva. Su tendencia les lleva hacia los deportes relacionados con el motor: automovilismo, aeronáutica, motociclismo. En cambio, son perezosos en los deportes que requieren esfuerzo físico más que rapidez de reflejos y esfuerzo intelectual. Generalmente, es difícil encontrar a los verdaderos aficionados al deporte entre los nacidos en Acuario, a pesar de que, como hemos dicho, demuestran vivo interés por las manifestaciones deportivas en medios mecánicos.
Este signo, penúltimo del Zodíaco, tiene como elemento el aire y es el más actual e independiente de los distintos signos de la rueda zodiacal. Es el signo de los anticonvencionales, de los rebeldes, de los innovadores y de los individuos libres de prejuicios. Signo de aire, fijo y masculino, cuyos planetas son Saturno y Urano. Pero el Saturno del Acuario es menos frío que el situado en Capricornio; hasta tal punto esto es cierto, que el signo de Acuario simboliza la liberación de los esquemas convencionales. Gráficamente, Acuario es representado por un anciano que sostiene en sus brazos una vasija inclinada, de la que vierte agua.
En su aspecto negativo, el signo de Acuario representa la soberbia y el orgullo. Es un signo independiente, que ama la libertad por encima de todo. No tolera ser sometido ni dominado, sin que por ello muestre inclinación a la rebelión, más bien al contrario, conservando intactas las cualidades de bondad, desinterés, altruismo y honestidad que son sus principales características, logra dar solución a sus problemas. Es muy idealista. Proyecta fuera de sí sus sentimientos, criticándolos y juzgándolos completamente extraños a todo subjetivismo. No posee en absoluto sentido práctico, absorbido como está en los problemas ideales, o existenciales. A veces la contradicción se encuentra tan viva en su espíritu que se acerca mucho al tipo Escorpión, el cual ama la polémica por ella misma. Es el signo menos afortunado en las cuestiones sentimentales, sobre todo por el excesivo instinto con el que escoge a su pareja. El trabajo es para el nacido en este signo una actividad emprendida como afición más que como verdadero y propio trabajo. Su trabajo debe ser emprendedor y, si tiene que trabajar dentro de una organización, su preparación y agudo sentido crítico, le llevarán a ser el jefe de sección o a ostentar un cargo relevante en la empresa. De cualquier forma, este trabajo debe ser creativo y muy cercano al arte, al que se ve instintivamente inclinado. A lo largo de su vida cambia fácilmente de oficio, justamente por el amor e interés que lo inducen a probar todo. Las soluciones radicales que toman y su inestabilidad emocional lo llevan a ser el centro de interés, pero a veces muestran el lado menos favorable de su carácter. No obstante, esta situación siempre es remediada por la capacidad de este signo a rectificar su conducta y por las pautas de comportamiento que autocrítica feroz le impone. Haga lo que haga, es incomparable la maestría con la que lo realiza. Su mayor defecto es la testarudez, no existen fracasos ni decepciones que le hagan cambiar de idea.
Los trastornos que más sufren los nacidos en este signo son los del sistema circulatorio y articulares a la altura de los tobillos, ya que son propensos a torceduras y fracturas.