Dos Aries enamorados constituyen una combinación astral explosiva, signada por las peleas y las reconciliaciones.
Abundarán los gritos, los portazos, los desplantes, las frases hirientes y las escenas fuertes.
En la pareja Aries-Aries cada uno de sus integrantes querrá mantener su independencia y obtener la sumisión del otro, lo que, por supuesto, resultará imposible.
Por eso, aunque se lo propongan, rara vez podrán evitar embarcase en una verdadera batalla campal para defender sus respectivas posiciones.
Como nadie mejor que los nativos del signo conocen sus puntos débiles, ambos saben que el otro tiene necesidad de afecto y aprobación y que no es tan fuerte como pretende hacerles creer a los demás.
La vitalidad, el optimismo y la honestidad de cada uno pueden lograr que la pareja sea duradera.
Pero para alcanzar una relación perdurable y armónica, ambos tendrán que aprender a conceder.
Si lo logran, vivirán una relación feliz signada por el entusiasmo, el optimismo y la ambición.