Los opuestos se atraen y Aries y Libra no constituyen una excepción a la regla.
En contacto con el aire -elemento propio del hijo de la Balanza-, el fuego ariano se avivará y arderá con mayor intensidad.
Ambos signos necesitan de la libertad para sentirse bien. Pero a pesar de que Aries se la toma por su propia cuenta, no siempre está dispuesto a concederla.
Por eso, se sentirá lastimado cada vez que perciba que Libra se le escapa de las manos.
Que frecuente a sus amistades y que dirija su propia vida sin necesidad de pedir permiso constituirá para Aries una afrenta difícil de aceptar.
Libra, por su parte, frente a las imposiciones de su pareja elegirá distanciarse. Si el Carnero quiere retenerlo, deberá refrenar sus impulsos y concederle la libertad que exige.
El ataque frontal no le resultará una buena estrategia amorosa. Pero si intenta otras vías más pacíficas y trata de mostrarse más comprensivo, Libra puede llegar a ceder parte de su independencia.
Y si esto ocurre, también el entendimiento sexual será más pleno.