La mujer Aries

La mujer Aries posee gran sensibilidad y dulzura, a pesar de que en la vida muchas veces se ve obligada a hacer un papel masculino; es sólida, eficiente y una gran trabajadora. Por lo general, posee una actividad a la cual no renuncia y que en muchos casos suele significar la base sobre la que se mantiene su familia. Es una buenísima organizadora de su vida y de su casa. La mujer Aries es, en ocasiones, una ayuda incluso para amigos y parientes, los cuales, con frecuencia, se apoyan en ella para obtener una ayuda que sin duda se les ofrece; aunque a veces, el tener que apoyar a los demás le contraría bastante. Queman en efecto que los otros se espabilaran, intentaran reaccionar y se pusieran a actuar como hace ella. Apasionada por el arte, se halla cercana a todas las manifesta ciones espontáneas, primitivas, ama los colores intensos, el folclore, la artesanía india y africana y se rodea de muchos objetos coleccionados durante viajes o estancias en el extranjero, aunque después sea muy sencilla tanto en el vestir como en sus gustos. Ama las cosas prácticas y odia las pérdidas de tiempo. No tiene muchos hijos pero los cría muy bien con gran sentido y pasión. Si no tiene hijos vuelca su afecto hacia sus sobrinos, a quienes adora. Muchas tías cariñosas han nacido bajo el signo de Aries.
Goza de espíritu independiente. Durante la juventud intenta crearse un lugar en el que transcurrir la vejez, sin pensar en nadie y sin limitar la propia libertad. Es impetuosa, y, por tanto, será capaz de afrontar las dificultades y las personas que se interpongan; sin embargo, en sus momentos de reacción no olvida el buen sentido y la educación. Bajo este perfil supera en inteligencia al hombre Aries.
En su interior no desea otra cosa que encontrar un hombre más fuerte que ella, que pueda dominarla, si bien a menudo el hombre con quien se casa halla un apoyo seguro. La mujer Aries ha de gobernar el timón, cargo que no le disgusta en absoluto, a pesar de que su sueño fuera unirse a un compañero seguro en quien apoyarse y del cual recibir protección. Su entusiasmo hacia toda acción emprendida se dirige particularmente al dominio sobre alguna persona o cosa, aunque difícilmente consigue el éxito deseado, al faltarle paciencia y perseverancia.
No constituye un signo favorable respecto a la personalidad de la mujer, por ser un signo de fuego, cardinal y masculino. Esta será poco femenina, odiará todo lo romántico e intentará suplantar al hombre en su colaboración en la casa y en la educación de los hijos. Es la mujer fatal que sabe donde quiere ir y que, fiándose en un instinto fuertemente egocéntrico, es difícilmente dominada, aunque a veces lo haga creer. El hombre elegido por la mujer Aries deberá poseer dotes de belleza y simpatía tan exclusivas y utópicas que con facilidad la mujer Aries se verá insatisfecha y pasará de un amor a otro, quedando siempre decepcionada.
El tipo de mujer Aries no es precisamente constante y, a la mínima ofensa o traición de la persona amada, se la devuelve igual, siempre que sea una venganza inmediata, ya que, como sabe mos, la perseverancia no es precisamente la cualidad de este signo. Tanto el hombre como la mujer Aries reaccionan frente al abandono sentimental con toda su fuerza, utilizando su gran capacidad erótica para conservar ligada a sí a la persona amada. La mujer que ame a un Aries podrá conquistarlo siempre que le sea fiel y al mismo tiempo le dé la impresión de no haberla conquistado del todo. Sepan las mujeres que aman a un Aries, que la fidelidad de este tipo es a prueba de bomba, si ellas son siempre vitales, amantes de los viajes, de los nuevos descubrimientos, si se cuidan de su persona y no se lamentan de los males físicos y mentales que les agobien. Muy distinto es conquistar a la mujer Aries. No hay que darle tiempo a que organice su contraataque, hay que iniciar el cortejo primero, adulándola por su belleza e indiscutibles dotes de simpatía y alegría, para, a continuación, pasar a una crítica metódica de las mismas alabanzas que se le hayan prodigado. No se debe temer demostrarse demasiado seguros de sí mismos: este tipo de mujer ama y teme todo lo que representa fuerza y valentía. Pero, si tras el éxito de los primeros avances, quien la corteja quiere hacerse desear, cometerá un error gravísimo, ya que la inconstancia de esta mujer se encuentra tan enraizada en ella que su pasión se apagará tal como ha nacido. Esto también es válido si se quiere darle celos. La unión con la mujer Aries es absolutamente contraindicada para los nacidos bajo el signo de Escorpión, ya que ellos también tienen como planeta a Marte.