Dispuesta a seguirlo al fin del mundo
El hombre Aries anhela una mujer demostrativa de los afectos, casi que le rinda culto y lo trate como a un Dios.
Pero no le gusta que sea demandante ni dependiente, alguien que se valga por sí misma, optimista, entusiasta y esperanzada; capaz de acompañarlo hasta el mismísimo dentista.
Alguien dispuesta a compartir con él todo lo que le proponga, que no lo reprima ni le tire abajo los proyectos; por el contrario, que los impulse y los disfrute con él.
Le atrae una mujer que se vista con ropa informal, no esperará que se arregle desmedidamente. Sí que haya una armonía en la elección de todo el conjunto.
Pero no le gusta que sea demandante ni dependiente, alguien que se valga por sí misma, optimista, entusiasta y esperanzada; capaz de acompañarlo hasta el mismísimo dentista.
Alguien dispuesta a compartir con él todo lo que le proponga, que no lo reprima ni le tire abajo los proyectos; por el contrario, que los impulse y los disfrute con él.
Le atrae una mujer que se vista con ropa informal, no esperará que se arregle desmedidamente. Sí que haya una armonía en la elección de todo el conjunto.