Sexualidad de Aries

La vitalidad y la energía son las características distintivas de Aries, por lo que cualquier actividad que las ponga de manifiesto constituirá un excitante perfecto, se trate de una danza, una clase de gimnasia o un partido de tenis.

Es particularmente sensible a todo acercamiento corporal, porque su sentido más desarrollado es el del tacto. El rostro es para él una zona erógena y, por eso, responde de inmediato a los besos suaves en los párpados, las caricias en las sienes y el calor del aliento.

Una vez que su deseo se ha despertado, su impulso sexual es incontenible y poco le importa lo que señalen las convenciones sociales.

Como lo hace en todas las áreas de su vida, también en el terreno sexual obedece ciegamente a sus impulsos. Para Aries el mejor amante es, precisamente, aquel que le permite hacer realidad cada una de sus fantasías eróticas y que responde sin vacilaciones a sus deseos.

El humor es para él un componente esencial de la vida que no está ausente en el sexo. Por eso, no evitará situaciones risueñas tampoco en la cama y esta actitud infantil será valorada positivamente por su amante.

Como lo hace habitualmente, también en el dormitorio tomará las riendas de la situación. Aceptará todo juego erótico que se le proponga, pero siempre buscará ir un poco más allá.

Su propio placer le importará más que el de su compañero sexual, pero su curiosidad hará que no deje ningún camino por explorar, por lo que siempre logrará satisfacerlo.

La intensidad de la pasión puede constituir un estímulo para su compañero, pero a veces, su actitud desenfadada y excesivamente segura puede ser tomada como un avasallamiento.