Los nativos de este signo son el alma de todas las fiestas. Son amistosos, comunicativos y ocurrentes, cualidades muy apreciadas en todas las reuniones. Sin embargo, los sociables y alegres Caballos son los más independientes de todo el horóscopo chino.
No suelen aceptar los consejos de los demás y, como son muy testarudos, hacen precisamente todo lo contrario para demostrar que confían en sus propias decisiones. En pocas palabras, hacen lo que les da la gana. Por lo general son personas de temperamento explosivo e imprevisible.
Por eso pueden atravesar frecuentes
enfrentamientos en su vida laboral. Además, como son tremendamente impacientes, suelen descontrolarse y decir muchas cosas de las que después se arrepienten.
Lo bueno de ellos es que no son para nada rencorosos, por lo que olvidan con mucha facilidad ofensas y disputas, como si nunca hubiera pasado nada.
Por lo demás, son personas muy pacíficas y optimistas. Se los asocia con el predominio de los instintos sobre la conciencia y la razón, aunque esa caracterización puede ser un poco injusta. Los Caballos no suelen quejarse de lo que les ha tocado en la vida y suelen preferir la acción al ocio. De hecho, son trabajadores infatigables.
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