Características del signo Dragón

Como esos mitológicos animales que tanta gravitación tienen en la tradición cultural china, los Dragones son dueños de una vitalidad que parece no acabarse nunca.
Inteligentes, honestos y de un coraje extremo, despliegan su inagotable energía para alcanzar los objetivos que se imponen, sin importar las dificultades que se les crucen en el camino al éxito. Sucede que, por su naturaleza, no pueden quedarse quietos. Necesitan evadirse de la rutina y explorar otras alternativas de vida, para probarse (y probar a los demás) que se puede dar batalla y vencer en cualquier terreno.
Si la aventura sale mal, el Dragón no se reprocha nada ni se arrepiente de la decisión tomada. Sólo podría lamentarse de no haber hecho lo que creía que debía hacer. Por lo demás, asume toda la responsabilidad con plena conciencia. Pero como sucede con los otros signos, no todas son rosas.
Los nacidos bajo el signo del Dragón también tienen sus defectos. Por ejemplo, son personas que se suelen excitar con demasiada facilidad.
Además tienen la lengua más suelta de lo que aconsejan las buenas costumbres, lo que les acarrea frecuentes encontronazos. Tienden a ser demasiado exigentes y a preocuparse obsesivamente por insignificancias. En ocasiones también se muestran algo excéntricos. No obstante, son seres sumamente generosos.

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