Como el animal que los simboliza, los nacidos en un año del Perro son fieles, valerosos, leales y honestos a ultranza. Incapaces de traicionar a un amigo, también buscan esas cualidades en las personas importantes de su vida. Son serenos, respetuosos y saben enfrentarse con coraje a las peores situaciones, apelando a la lógica y a la coherencia para evitar males mayores.
Suelen inspirar una enorme confianza en los demás, y con razón. Por eso siempre están rodeados de fieles colaboradores que no les discutirán nunca una orden o un consejo: si viene de un Perro, es palabra santa. Del mismo modo, cuando les toca estar del otro lado, los Perros cumplen religiosamente todo lo que les ordenan.
Sin embargo, les cuesta tolerar los errores ajenos, ya que ellos no se permiten el mínimo fallo. Es por eso que sus críticas pueden llegar a ser muy duras, pero nunca injustas.
Los Perros suelen ser sedentarios y no les gusta demasiado correr riesgos, sean del tipo que sean. Prefieren mirar de lejos. Les desagrada profundamente la posibilidad de tener que hacer frente a cambios bruscos, a innovaciones profundas y repentinas que les puedan llevar a tomar decisiones apresuradas. Detestan equivocarse por no meditar lo suficiente. Son personas que se han forjado un duro destino, lleno de cargas y bastante vacío de alegrías. Tal vez por eso, en ocasiones pueden parecer conservadores hasta el egoísmo, tercos y algo excéntricos.
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