Simbólicamente la Madera tiene una influencia benigna y realista. Los Caballos que la tienen como elemento armónico son más pausados y serenos que sus hermanos de signo, porque en determinadas ocasiones frena sus reacciones más intempestivas.
Los nacidos bajo el influjo del elemento Fuego están signados por la hiperactividad y el apuro en todas sus acciones. Por lo general se los ve intranquilos y cargados de ansiedad. Los resultados de tanta fogosidad son siempre imprevisibles.
Los de por sí temperamentales nativos de este signo, cuando están bajo la influencia del elemento Agua, tienden a los desbordes, particularmente en el terreno sentimental. El elemento Tierra les confiere en ocasiones una intuición muy desarrollada a los Caballos que lo tienen como componente armónico.
Sin embargo, no siempre obtienen resultados satisfactorios cuando emprenden proyectos que principalmente requieren actuar con astucia. Tal vez porque no son calculadores ni desconfiados, a veces son víctimas de los oportunistas.
Los Caballos nacidos bajo el influjo del elemento Metal suelen estar dotados de una fortaleza significativa, muy importante para superar los momentos difíciles. Además se empeñan en ayudar a los demás, en la medida de sus posibilidades, actitud muy valorada por sus amigos y familiares.
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