Los nativos del signo Dragón que tienen como elemento energético a la Madera a veces se muestran algo apáticos, pero el simbolismo propio del Dragón no los deja caer en el desaliento y pueden superar perfectamente ese estado. La energía del Fuego incide de modo crucial en el comportamiento de los Dragones nacidos bajo su influjo. En un sentido los hace irascibles e inquietos, los sume permanentemente en preocupaciones y les produce un enorme desgaste de energía vital.
En otro sentido, su preocupación por los demás los lleva a elegir, en numerosas ocasiones, el camino de la solidaridad activa. Si tienen por elemento armónico a la Tierra, los nativos de este signo deben evitar el aislamiento, porque los conduciría a un callejón sin salida.
Aunque, justo es decirlo, con los Dragones nunca se sabe: siempre terminan sorprendiendo. Los nacidos bajo el influjo del Metal son, si se quiere, los menos vitales de los nativos de este signo. Algunos prefieren no hacerse mayores ilusiones para no sufrir si no se cumplen. Prefieren renunciar a la acción.
Volver a Signo Dragón