El Sol representa las principales experiencias de la vida. En su sentido positivo, las experiencias se verán coronadas de gran éxito. En sentido negativo, su alcance se verá obstaculizado por distintas razones.
El Sol en la Casa I: indica magnetismo personal, fuerte personalidad capaz de superar todo tipo de dificultades y alcanzar la meta preestablecida.
El Sol en la Casa II: significa tanto el dinero ahorrado como el gastado. Por tanto, su exceso puede indicar tanto prodigalidad como avaricia.
El Sol en la Casa III: indica facilidad intelectual para aprender, por tanto, conocimientos asimilados con prontitud.
El Sol en la Casa IV: indica el peso de la familia sobre la vida futura de la persona, a veces estableciendo para ella una cierta vía que podrá o no seguir.
El Sol en la Casa V: indica éxito en el campo literario y artístico, y también la facilidad de amar tanto platónica como materialmente.
El Sol en la Casa VI: indica la capacidad que distinguen a la persona en el mundo del trabajo, incluso aunque no llegue a asumir puestos de mando.
El Sol en la Casa VII: indica tanto los lazos que unen a la persona con los demás (socios, amigos, compañeros de trabajo), como el matrimonio, que no es más que el lazo entre dos personas.
El Sol en la Casa VIII: indica las consecuencias positivas y negativas que se verifican tras la muerte.
El Sol en la Casa IX: puede indicar tanto un viaje de larga duración como la realización de una vocación de carácter intelectual.
El Sol en la Casa X: representa un momento cumbre, tanto en posición económica como en posición social, que la persona puede alcanzar.
El Sol en la Casa XI: indica con frecuencia una profesión de gran proyeción hacia los demás y de dedicación social.
El Sol en la Casa XII: puede indicar tanto una enfermedad que se apodera violentamente de la persona, como un obstáculo para el pleno éxito de un propósito.