Marte

Tiene su Casa diurna en el signo de Aries, y la nocturna en el signo de Escorpión.

Marte, adorado por los griegos como el dios de la guerra, simboliza la lucha con todo lo positivo y negativo que ella comporta. Simboliza también la fuerza, el coraje, la justicia aplicada, la violencia, la pasión arrolladora, el individualismo, la sed de poder.

En el Tetrabiblos, Ptolomeo identifica a Marte con la fase de la vida en efervescencia, en sus manifestaciones de lucha, competición y afirmación. Lógicamente, la agresividad intrínseca de este planeta significa tanto la fuerza de la afirmación como de autodestrucción, tanto la justicia como la crueldad, la luz como el vacío.

El aspecto físico de las personas bajo la influencia de dicho planeta es el más masculino, con el rostro cuadrado, mandíbulas fuertes, mentón y nariz prominentes, mirada fría y dura, color de la piel oliváceo. Su comportamiento denotará firmeza de carácter y voluntad.

Marte está muy ligado al planeta Saturno en lo que respecta a la vida interior del individuo.

Algunos astrólogos lo consideran maléfico ya que lo ven como portador de todo mal moral y material, pero no hay que negar que tanto puede traer al mal como, por el contrario, si la voluntad individual logra canalizar la agresividad propia del planeta, puede ser el más constructivo de los planetas. En el tema astrológico Marte representa un adversario.