Saturno

Tiene su Casa en el signo de Capricornio. Saturno, que en la mitología griega es un dios, hijo de Urano y de Vesta, que devoraba a sus hijos, simboliza el destino.

Ptolomeo lo relaciona con la última etapa del hombre, la vejez (erónos). Es el planeta del extremismo; quien se encuentra bajo su influencia no tiene sentido del término medio: todo o nada.

En su aspecto positivo este planeta representa la constancia; en el negativo, el egoísmo y la avaricia.

Es el planeta más completo ya que a cada influencia negativa corresponde una positiva, tanto representa la separación de la persona amada como su reencuentro.

Aunque se le considere junto con Marte un planeta más maléfico, también de él proviene la toma de conciencia que hace escudriñar dentro de uno mismo hasta sacar a la superficie el verdadero «yo» con sus defectos y cualidades.

El aspecto físico de los nacidos bajo la influencia de este planeta presenta la frente alta, el rostro largo y huesudo, los ojos profundos y penetrantes, manos nudosas, mandíbulas enjutas y angulosas, nariz y mentón prominentes. Su modo de actuar es distanciado y frío.

En el tema astrológico indica la realización de un cambio importante.