Estudio de la Tirada

Una vez que el aspirante a cartomántico tenga en su poder la que será su primera baraja, procederá a familiarizarse con ella examinándola detenidamente, carta por carta, tras haberla extendido sobre la mesa también cubierta con un paño de seda morada. Concentrado en ella, procurará captar cada peculiaridad que pueda conducirle a su identificación a través del propio dorso>, Sin dejar de tocarlas con las yemas de los dedos, acaricián­dolas como el músico a su instrumento, teniéndolas todas sobre el paño-tapete, insistirá sin obsesiones, relajación de su significado, según los datos que ofrecemos en el apartado que se dedica a la interpretación de cada carta. Insistirá una y otra vez, siempre con toda la baraja extendida ante sus ojos, de forma que sus significados individuales vayan grabándose en su mente, hasta que tenga la absoluta seguridad de que no hay posibilidad de error.
En cuanto note cansancio debe abandonar el ejercicio, recogiendo la baraja, envolviéndola en su paño-mantel y metiéndola en su caja de madera. Nunca se le ocurra reiniciar el estudio cuando se encuentre cansado o note que la mente no se halla en el momento más adecuado.
Cuando, tras las sesiones que hayan sido necesarias, considere llegado el momento de iniciar algún ejercicio adivinatorio, actúe con toda la seriedad ritual que más adelante formará un solo cuerpo con su técnica y su inspiración.
Con toda la baraja extendida sobre el paño y ofreciéndole el reverso, tome dos cartas y procure obtener un significado general según las dos permutaciones posibles. Luego añada una tercera y juegue con las seis permutaciones, extrayendo de cada una el significado correspondiente.
Cuando crea dominar la explicación a cada combinación, vaya añadiendo cartas, una a una, y prosiguiendo el estudio hasta dominar toda la baraja.
Hágase preguntas elementales a sí mismo y procure contestarlas, primero por medio de los pequeños grupos utilizados y más tarde con todas las cartas. Como su fin no es otro que ejercitarse en el manejo, conocimiento e interpretación, las respuestas pueden ser contradictorias y hasta absurdas, pero es que usted, en esos momentos, no se encuentra en proceso de adivinación y sí de mero ensayo.
Un día, con la seguridad de que la baraja y su significado forman ya parte de usted mismo, habrá llegado el momento de enfrentarse a su primera sesión.

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