Cáncer y el Amor

La dureza exterior del Cancer es sólo una barrera que lo ayuda a proteger su interior. Necesita estabilidad y es sumamente protector con los demás, aunque no siempre se protege muy bien a sí mismo. Excesivamente posesivo, defiende a cualquier precio las relaciones que logra cosechar, porque la sola idea de perder un afecto le produce mucho sufrimiento. Su espíritu protector lo lleva a expresar su amor a través de la colaboración con su pareja. Los cambios repentinos constituyen un atentado a su estabilidad emocional y ésta es una de las muchas manifestaciones de su espíritu un tanto rígido.
La cautela es una de sus características distintivas, por lo que jamás se entrega de lleno a una pasión si no conoce bien a su destinatario. Antes de expresar sus sentimientos, el precavido Cáncer querrá saberlo todo acerca del otro, conocer palmo a palmo su personalidad y tener la certeza de que no va a ser rechazado. Pero una vez que ha adquirido todas las certezas que necesita, revelará lentamente su emotividad y su sensualidad.
Aunque a veces se presenta con una máscara de dureza, es muy inseguro y su inseguridad sólo puede desaparecer frente a un amante que le haya probado fehacientemente su confiabilidad. Cáncer jamás cierra una transacción -ni comercial ni afectiva- si no está absolutamente seguro de los resultados. Cuando adquiere la seguridad que necesita, en cambio, se entrega sin reservas convirtiéndose en una inagotable fuente de sorpresas afectivas y eróticas.
La lealtad de Cáncer es proverbial y el amante que esté a su lado no sólo disfrutará de la su fidelidad sin fisuras, sino de la devoción que le profesará sin recato. A Cáncer le encanta mimar y cuidar a su pareja protegiéndola de las agresiones del mundo, pero necesita que ésta le ofrezca, a cambio, un cariño tierno y seguro.
Cuando cree haber encontrado el amor verdadero, no duda en jurar fidelidad ante el altar, porque vive el casamiento como una institución que refuerza la seguridad de una relación.
Es consciente de que una relación se construye poco a poco y que para poder ejercer sus encantos necesita tiempo. Sin embargo, su timidez puede llegar a constituir un atractivo para quienes lo rodean que pueden sentirse seducidos por el misterio que emana de sus tiernas miradas de soslayo.
El punto débil de Cáncer es la mutación constante de sus estados de ánimo, ya que los cambios se suceden unos a otros sin que su pareja pueda alcanzar a comprender el motivo. Como es sutil y sensible, espera que los demás lo sean tanto como él y como esto no es lo que ocurre con más frecuencia, al sentirse herido estalla desconcertando a su compañero.
Por otra parte, la intensidad de su pasión puede llegar a resultar sofocante para un amante que pretenda mantener su libertad. Cáncer echará mano de cualquier recurso para lograr lo que se propone, menos decirlo de frente, ya que de este modo ocasionaría un conflicto que jamás estará dispuesto a enfrentar. Su marcada inseguridad puede impulsarlo a la crueldad y generarle necesidad de venganza. Si Cáncer recibe una herida no sólo no se olvidará nunca de ella, sino que, además, hará lo posible por vengarse de quien se la haya infligido. Si su pareja profiere alguna vez palabras hirientes, éstas quedarán para siempre registradas en su corazón y se encargará de echárselas en cara en la primera oportunidad que se le presente, aunque hayan pasado muchos años del incidente.
El pesimismo es otro de sus rasgos característicos. Aunque todo marche sobre ruedas, Cáncer siempre temerá que los acontecimientos tomen un giro imprevisto y que la relación tenga un desenlace no deseado. Por eso, evitará tomar decisiones que puedan tener consecuencias inesperadas y se sentirá traicionado cuando sea su pareja quien las tome.
En su interior Cáncer tiene una enorme reserva de amor, pero para poder extraerla su amante deberá pasar por pruebas difíciles, soportando desde su temperamento desbordante hasta sus reacciones imprevistas. Aunque quien está a su lado tenga las condiciones necesarias para hacer feliz a Cáncer, sólo lo logrará si es capaz de manejar su carácter explosivo.