La ternura es un elemento indispensable para conquistar a Cáncer y no podrá faltar en quien aspire a ser su pareja. Quien pretenda establecer una relación pasajera y liviana es mejor que no se acerque al signo, porque Cáncer entiende el acercamiento entre un hombre y una mujer sólo como compromiso.
Tres deberán ser las cualidades de quien ame a un Cáncer: fortaleza para soportar sus súbitos cambios de humor, sensualidad suficiente para despertar la oculta sensualidad canceriana y una grandeza capaz de colocarlo en un segundo plano, para que Cáncer adquiera el papel de protagonista.
Las cartas románticas, las flores, y el champagne son los elementos más indicados para cortejarlo, ya que el espíritu canceriano es particularmente sensible a las formas de seducción de los tiempos pasados. Por eso, para expresarle su amor, su amante no deberá dejarle un mensaje en el contestador telefónico, sino enviarle una carta manuscrita.
La pareja de Cáncer también deberá encontrar la forma para relacionarse con él sin enfrentamientos, ya que a nada le teme más que a las discusiones en voz elevada. La capacidad para guardar secretos será ampliamente valorada por este signo tan reservado.
La paciencia y la intuición tampoco deberán faltar en quien ame a Cáncer, ya que éste sólo se entregará a quien sea capaz de ganarse lentamente su corazón con pequeñas y paulatinas muestras de confianza. Por eso, nada mejor que no exasperarse ante sus cambios de humor ni mostrarse impaciente o asfixiado por sus anhelos de posesión total. La recompensa que obtendrá a cambio valdrá la pena, porque estar al lado de un Cáncer significa disfrutar de un amor sincero y fiel para toda la vida.