Sexualidad de Cáncer

La natural reserva de Cáncer no le permite mostrar todo su potencial erótico en los primeros encuentros. Pero una vez que ha adquirido la confianza para expresarse libremente, se manifiesta como un amante apasionado. Del mismo modo, rechazará las efusiones excesivas de su compañero en los primeros contactos, pero las aceptará y valorará después.

Quien aspire a conquistarlo, de manera infalible, deberá acudir a un elemento muy familiar: el agua. La ducha, la piscina o el mar son los lugares ideales para hacer el amor, ya que allí Cáncer se sentirá como en su propia casa.
Es particularmente sensible a las caricias suaves sobre la cara y el pecho, por lo que su amante deberá concentrar toda su atención en recorrer con sus dedos el contorno de sus ojos y de sus labios, la línea de los pómulos y la bajada del cuello.

Una cena íntima a la luz de las velas y con algunos manjares que despierten su apetito puede ser la fórmula perfecta para encender su deseo.

Como Cáncer necesita, antes que nada, seguridad, nada lo tranquilizará tanto como un completo detalle de sus virtudes amatorias susurrado al oído. Su potente imaginación sexual hará que no se sorprenda de ninguna iniciativa de su amante y que acepte de buen grado cada una de sus actitudes, por osadas que éstas sean. Sin embargo, no siempre tomará la iniciativa, porque se sentirá más cómodo adoptando un rol pasivo.

Aunque el sexo ocupa un lugar fundamental en su vida, no tiene valor por sí mismo, sino como expresión de un amor profundo y seguro. Las aventuras pasajeras basadas sólo en el atractivo físico no son para él. Aunque es capaz de experimentar pasiones intensas y arrebatadoras, éstas sólo lograrán expresarse si siente, además, un amor intenso y seguro.