Se trata de una combinación astrológica positiva: las innegables capacidades, alimentadas por el Fuego del Aries, le otorgan vitalidad y mayor inspiración.
Los Capricornio con este ascendente tienen muchos intereses y éxito y en su lógica y capacidad de concentración se funden con el sentido humano.
Gracias al optimismo del ascendente son más confiados, seguros de sí mismos y emprendedores; a menudo desarrollan bien y simultáneamente más de una actividad.
Los dos signos cardinales se encuentran en un punto potente del cielo de nacimiento y empujan a crear posiciones sólidas y de relieve.
La influencia del Aries proporciona, además, una vida afectiva más brillante y satisfactoria.