La Luna en Acuario no se encuentra cómoda porque la dinámica del signo es contraria a su naturaleza.
El Acuario está abierto a todo, siempre a punto para empezar desde cero, mientras que el Capricornio es reservado, desconfiado hacia las cosas que no conoce a fondo.
Por lo tanto, el carácter se encuentra dividido entre confianza y desconfianza, entre optimismo y pesimismo.
A los que les gusta la vida tranquila y serena no se encontrarán bien al lado de estas personas por su inquietud.
En cambio, tendrán suerte en los viajes y en las relaciones con el exterior.
Les gusta vivir a su manera y si no consiguen encontrar un compañero ideal, prefieren la soledad que a ellos no les pesa tanto porque dentro tienen muchas riquezas.
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