La Luna en Cáncer se encuentra en su propia casa, es decir en su mejor posición. Los nativos con esta combinación son muy sensibles y óptimos padres; la familia juega un papel esencial, hasta tal punto que incluso el trabajo pasa siempre a un segundo plano.
Se trata de una combinación positiva incluso respecto al Capricornio, de hecho la Luna los hace ser más dóciles, más tiernos.
Cuando aman se dan completamente permitiendo a la pareja conocerlos profundamente. Pero no les faltan momentos de crisis en su existencia, resultado de su excesiva susceptibilidad, del romanticismo y de la confianza en el prójimo.
Son muy vulnerables, pero en estas circunstancias tienen la ayuda de su signo, que sabe encajar mejor las desilusiones y les hace razonar.
La comprensión de la que están dotados les proporciona muchas amistades que en realidad necesitan.
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