La Tierra del Capricornio acepta con alegría el Agua nutriente del Escorpio, pero los planetas dominantes de estos dos signos, Marte y Saturno, no se aman y sus tendencias se oponen.
En cambio, tienen en común la conciencia de que la vida es una lucha continua y los dos son muy orgullosos.
Todo esto permite a esta pareja triunfar, pero la unión sufre constantes altibajos, los litigios (o el mutismo, si evitan ofenderse) están a la orden del día.
El Capricornio ama la vida tranquila y tiende a la autonomía propia, el Escorpio, posesivo y celoso, no lo acepta y se pone furioso.
La clave de su éxito matrimonial consiste en saber amar a la pareja de la forma que necesita.