En general, con la mente racional y el amor por el estudio, los Capricornio no tienen problemas en este sentido; lo importante es que los estudios a seguir no se los impongan los padres o los demás, argumentando que sería una forma de continuar una actividad a la que ellos se dedican. Sería esta una mala idea puesto que los Capricornio son tan autónomos que saben ya, desde muy jóvenes, lo que desean hacer en la vida y no soportan las coerciones, ni siquiera de las personas que aman.
Se sienten atraídos por el ámbito científico, en particular por el estudio de las piedras y de los minerales. Desde el inicio de sus estudios su habitación parece una biblioteca: los libros son como la comida y no se cansan nunca de leerlos y releerlos.
Otro campo que les atrae es la biología que les permite estudiar las formas de vida del entorno; también tienen buenas posibilidades en la política donde su autocontrol y discreción puede llevarlos muy alto. Conservadores y correctos, también las leyes se les adaptan bien, podrían ser buenos abogados, notarios y jueces y se les abrirían
muchas puertas.
Si en cambio desean empezar a trabajar pronto, se realizarán con la mecánica. Su mente analítica y la paciencia serán los pilares en los que se sustentará su éxito.
En su doble personalidad, el Capricornio cambia algunos de sus puntos de vista durante su vida; busca constantemente una mejora, por eso en la madurez muchos centran su interés en los estudios humanísticos y en actividades que atenúan los sufrimientos ajenos, tal como hizo el gran Albert Schweitzer.