La Oniromancia

Los sueños son siempre premonitorios en el sentido de que nos avisan de un hecho, de un acontecimiento, de una situación que vendrá. Pero, ¿cómo interpretarlos?

El sueño es una función vital; sin vida onírica mientras dormimos, no podríamos sobrevivir. Sin embargo, la propensión al sueño, no es exclusiva de la vida nocturna.
En estado de vigilia también se sueña. No nos referimos al hecho de especular, de imaginar, de esperar, de querer o de desear, sino a los sueños que tenemos despiertos: esos cortos instantes de evasión en que el espíritu se libera, deriva, instantes durante los que estamos inmersos en un estado que tal vez se sitúa entre la vigilia y el sueño. Hablamos de cuando tienen que repetirnos varias veces lo mismo para que lo entendamos, lo comprendamos y reaccionemos, pues estamos tan absortos en otras preocupaciones que nos alejamos del mundo real.
Desde siempre, el hombre sueña igual que respira y, a veces, sus sueños se hacen realidad.