Qué significa soñar con Animales

Quizá no lo sepamos pero en nosotros hay un jardín zoológico que encierra un buen número de animales, salvajes y domésticos, que de vez en cuando reclaman atención apareciendo en nuestros sueños. Cada animal nos facilita un significado, un aspecto de nuestro propio psiquismo profundo, la mayor parte de las veces desconocido. El simbolismo animal es extraordinariamente rico en significados. Para comprenderlo basta pensar en cosas que recuerden exactamente al animal que esa noche, escapado por un momento a la selva de nuestro inconsciente, ha hecho sentir su rugido y la fuerza de nuestros instintos. Interpretarlos y, sobre todo, aceptarlos integrándolos en nuestra personalidad consciente significa utilizar la energía impulsora que hay en nosotros. Si esta energía permanece oculta y reprimida puede ser negativa y destructiva, pero si es reconocida, aceptada y, por ello, surge a la luz puede convertirse en una gran fuerza creativa. Es así, para decirlo con una metáfora adecuada, como la perezosa y blanda oruga se convierte en una bella mariposa.
Señalemos el significado específico de algunos animales que no son tratados individualmente.
Asno: paciencia y resignación.
Buey: dificultades para encontrar un equilibrio, desaliño. Lechuza: es portavoz del inconsciente y símbolo de sabiduría.
Gallina: extroversión, pero pobreza interior.
Cuervo: mensajero de desgracias.
Pichón: fecundidad, tanto material como espiritual.
Ratón: revela preocupaciones interiores, penas que preocupan.
Vaca: resignación, pasividad y maternidad son los significados de este animal.
Insectos, lombrices y parásitos: son los instintos, especialmente sexuales, no aceptados por la conciencia, y también las personas que nos crean problemas, hermanos, hermanas, hijos, etc.
Tigre: símbolo del poder y de la gracia salvaje del inconsciente; feroz y terrorífico si se le reprime, puede convertirse en un formidable guía si se le acepta en la vida consciente.
La interpretación de Freud hace una distinción entre animales domésticos y salvajes. Los primeros representan a la familia con todos sus componentes; los segundos simbolizan las pasiones y los instintos reprimidos por el propio inconsciente.
La interpretación de Jung da a los animales una función reveladora de la cualidad y de la fuerza de los instintos y de cómo orientar las energías y actividades propias.
La interpretación popular asegura que soñar con una manada de animales trae prosperidad y abundancia. Si la manada está de camino, los acontecimientos positivos se manifestarán muy pronto. Alimentar a los animales significa excelentes ganancias. Bestias domesticadas levantan dudas sobre las próximas entradas de dinero; salvajes, predicen dificultades. Las bestias que tienen cornamenta predicen felicidad. Hablar con animales hace predecir engaños y enfermedades. Finalmente, destaca en la tradición popular la constante presencia de este símbolo en los sueños como una señal de llamada: los animales se sienten arrastrados por el soñador y reclaman su afecto.
Los intérpretes ven en los animales salvajes la representación de los enemigos, personajes cautivos, miedo y enfermedades. En cambio, en los domésticos ven representado el mundo familiar. Animales que hablan en los sueños dan a los mismos un significado muy positivo: dicen la verdad, por eso es necesario prestarles atención. Realizar coloquios con animales feroces predice la victoria; con pájaros, la riqueza. Con mayor detalle, el lobo simboliza a un ladrón; la zorra, a una persona avispada; la perdiz, a un hombre lascivo, y la yaca es el símbolo femenino de la fecundidad.