Qué significa soñar con el Mar

El mar se identifica con el inconsciente y soñar con él revela la necesidad de liberar algunos aspectos interiores y profundos. Re­mar sobre las aguas corresponde a un deseo de aventura y de renovación; ser sorprendido por una tormenta hace aparecer una
inquietud interior; el temor a ahogarse revela el deseo de liberar­se de las propias responsabilidades refugiándose en el útero ma­terno. El mar, en efecto, el mar primordial de la vida animal, simboliza a la madre. Símbolo de equilibrio cuando está en calma puede convertirse, si se enfurece y se muestra amenazante, en un símbolo de desarreglos interiores. Soñar con el mar puede representar para una mujer un próximo embarazo. Las náuseas pueden estar, de hecho, en el origen de este sueño y el mareo evoca el malestar de los primeros meses de gestación.
El lago y la piscina tienen el mismo simbolismo que el mar, pero en menor medida.
En el pensamiento de Freud, el mar simboliza a la mujer, y las olas, los deseos sexuales. Un sueño que tiene por protagonista al mar revela también una actitud inmadura en el soñador que que­rría retornar a una vida sin responsabilidades. Para la mujer, el mar expresa el deseo de maternidad.
Para Jung es el símbolo del inconsciente colectivo. Caminar por la orilla del mar significa, pues, hallarse en los propios lími­tes; una imagen onírica que nos anuncia una futura modificación en nuestra propia personalidad.
La interpretación popular, un poco sibilina, nos dice que para algunos soñar que caen al mar es señal de tener una excelente salud; para otros, en cambio, es señal de pérdida de su propia posición cuando no de luto.
Dejarse sumergir en las aguas del mar significa que la vida nos está arrollando. Un mar en calma pronostica una buena marcha de los negocios; un mar movido señala adversidad. El hombre que sueña navegar con buen tiempo tendrá una aventura amoro­sa; la mujer se convertirá en infiel. Aviso para los comerciantes: un mar liso como una balsa de aceite anuncia un estancamiento en los negocios.
Uno de los intérpretes de la Antigüedad de sueños, Artemidoro de Daldis, ve en la mar la personificación de la autoridad y de la fuerza. El mar es el rey, pero también la mujer, por su belleza y su naturaleza caprichosa. Navegar por un mar en calma es un buen presagio y a menudo anuncia un magnífico viaje. El sueño predice problemas y disgustos si se ve perturbado por aguas tur­bias y procelosas; sin embargo, para una mujer este símbolo es señal de lujuria. Quien sueña que se da un agradable baño en el mar puede dormir tranquilo: le esperan ganancias y éxitos. No así quien sueña que se cae al mar: es señal de infortunio.