Qué significa soñar con el Sol

Hablamos del cuerpo celeste más grande y luminoso que produce energía. Sus rayos simbolizan la conciencia y la fuerza viril. Ilumina y transmite conciencia y claridad al soñador que quiere «entender»: su aparición en los sueños anuncia excelentes resul­tados. Es el símbolo del divino creador y ha sido llamado de di­ferentes maneras en la mitología de todos los pueblos: Osiris, Horus, Baal, Mitra, Tamuz, Atis, Adonis, Helios o Apolo. Además de representar a Dios, el sol extiende su simbolismo al padre, al jefe, al marido, al hijo y a todo aquello que es principio generador masculino activo. Además, representa también el amor, el espíri­tu, la razón, la majestad, el poder y el ideal.
Además de estos aspectos tan favorables, existen otros que son negativos: este astro, que brilla tan poderoso en el cielo, puede convertirse en una potencia destructora y provocar insolaciones, sequías, incendios y enfermedades. Por eso, para poder descubrir su significado es necesario conocer los contenidos del sueño. Por ejemplo, un sol que se levanta en el horizonte indica un desper­tar de la conciencia; un sol al atardecer significa falta de conoci­mientos y predominio de las fuerzas inconscientes.
Freud ve el sol con ropajes de padre que inspira sentimientos de miedo o de hostilidad a causa de la obediencia que se le debe.
Jung hace un análisis en el que el sol cumple el papel de dios-antepasado, dios-padre creador y fecundador de todo lo que está vivo. Todo sin distinción, es decir, lo que es positivo y lo que es negativo. Representa la fuerza viva de la psique, la libido que puede generar el bien y el mal.
La interpretación popular tiene en cuenta el grado de lumino­sidad del astro solar y de sus movimientos: son de mal augurio los sueños en los que predomina la oscuridad. Si el sol reaparece después de haber desaparecido es necesario temer la llegada de algunos problemas o la reaparición de disgustos y enfermedades que se creían superados. El peor sueño es aquel en el que se ve al sol avanzar hacia la luna, porque la tradición popular dice que significa guerra a la vista. No se puede decir que, con relación a este símbolo, la tradición popular peque de optimismo.
En cambio, para la mayor parte de los intérpretes de la Anti­güedad el sol se trata de un símbolo positivo. Según Artemidoro, asistir a la salida del sol, seguirlo en su recorrido aparente y verlo desaparecer sin que ninguna nube lo tape predice negocios ventajosos y el nacimiento de un hijo. Si el sol penetra en la casa puede estar anunciando el temor a un incendio; si aparece oscu­recido, anuncia accidentes y desventuras, si aparece airado es presagio de enfermedad. Si, en cambio, se muestra sonriente anuncia prosperidad.