Qué significa soñar con Fruta

La fruta simboliza la fecundidad, la prosperidad y el erotismo. En especial la pera, de sabor dulce y abundante jugo, cuya forma evoca algo femenino, es un símbolo erótico, lleno de sensualidad. La naranja, fruto redondo y dorado, es símbolo del amor conyugal.
Las cerezas, que maduran al calor del sol veraniego, significan sentimiento y pasión amorosa; pero las que son oscuras se vinculan a una pasión dudosa y peligrosa. La alegoría de la ciruela es más tosca: indica una felicidad sexual muy material.
Las nueces y las almendras, frutos cerrados en una cascara protectora, representan aquello que es precioso y está bien protegido. La nuez es también la imagen del órgano sexual femenino, y el plátano es, por sus características, una imagen indudablemente masculina. El higo simboliza el útero femenino, la maternidad, la abundancia.
Sigmund Freud afirma que el simbolismo de la fruta se vincula al amor; especialmente los frutos muy dulces tienen un significado erótico.
Pensando en el proceso de transformación de flor en fruto, Gustav Jung encuentra en este símbolo el desarrollo psíquico.
La tradición popular dice que los frutos permiten, si son bonitos, hallar la felicidad en el amor y amistades verdaderas y duraderas. Pero si son cultivados fuera de su temporada hacen prever dificultades amorosas y litigios con los amigos. Comer frutos dulces es presagio de agradables compañías.
Soñar que se cogen frutos es, para los antiguos intérpretes, un anuncio de dones por parte de un personaje. En especial, coger un dátil de la palmera anuncia al soñador que tendrá un hijo con una mujer noble; coger una granada anuncia un hijo con una esclava. Para Artemidoro, comer fruta dulce y madura indica placeres amorosos. Si la fruta está verde habrá que esperar discusiones y discordias.
Melocotones, albaricoques o cerezas prometen diversiones efímeras y engañosas. La fruta que debe ser cascada, nueces, almendras o avellanas, hace prever desórdenes y dolores. Finalmente, los productos de los árboles frutales son de mejor augurio que los frutos silvestres.