Soñar que se maltrata a alguien es síntoma de un cierto desequilibrio psíquico; denota la presencia de energías que no logran manifestarse y se expresan a través del sueño con manifestaciones agresivas. Es necesario hacerse con la situación y dirigir hacia fines constructivos este capital mal utilizado.
Los recorridos oníricos simbolizan también la relación amorosa, y serán las circunstancias del sueño las que determinarán el significado.
Este símbolo es, desde el punto de vista de Freud, la imagen del acto sexual no privado de un componente sádico.
La interpretación popular asegura que tener este tipo de sueños tiene sus ventajas: el soñador que es célibe, después de una buena dosis de golpes oníricos, será entonces premiado con el matrimonio.
Parece que ser golpeado es de mejor augurio que golpear; si se ignora que uno es el adversario, están previstas después grandes riquezas. Si quien nos golpea es una persona a la que conocemos, será de él de quien derivará la prosperidad. Pero, atención, si uno es golpeado por un difunto es necesario mantener las promesas.
También entre los antiguos intérpretes ser golpeado es más ventajoso que golpear.
Ser apaleado es un excelente presagio, ser fustigado por una persona importante significa que recibiremos mucho dinero: cuantos más golpes, más dinero.
No está de acuerdo el intérprete árabe Ibn Sirin, que sostiene que bastón, verga y baqueta significan malas palabras que tendrán consecuencias negativas para quien sueña que es maltratado. Artemidoro precisa que es positivo ser golpeado en sueños con las manos o con una estaca, pero no con una caña ni con un cinturón.