Las manos simbolizan la actividad humana. Manos sucias indican que nuestra actuación es dañina; lavarse las manos representa un deseo de purificación que nace después de cualquier sentimiento de culpa; puede significar también el rechazo de alguna responsabilidad (por ejemplo, la acción de Poncio Pilatos).
Las manos son también símbolo de posesión: la mano concedida en matrimonio indica que se pertenece a otro; la mano puesta sobre una persona o sobre un objeto indica su posesión; caer en las manos de alguien significa estar en su poder.
La mano es símbolo de fuerza, autoridad y justicia (la mano de Dios, la larga mano de la ley). Es también un símbolo de curación: es a través de la imposición de las manos como se trasmite la energía que cura.
Soñar con un animal que muerde una mano es señal de que los propios impulsos instintivos bloquean de alguna forma la actividad. Observarse las manos denota una cierta perplejidad sobre el propio comportamiento.
Freud hace la habitual lectura en clave sexual y por eso para él las manos representan los órganos genitales masculinos. Para Jung, en cambio, este símbolo refleja, en sentido amplio, la actividad del soñador, en especial, su capacidad creativa.
Las manos son, en la interpretación popular, instrumentos de acción cuyo significado varía según su aspecto. Grandes y fuertes anuncian un progreso material o espiritual; pequeñas y frágiles hablan de insatisfacción y sentido de impotencia, blancas y cuidadas manifiestan un éxito fácil; negras y rudas, un mal resultado.
Perder los dedos en el sueño anuncia la traición de un amigo. Una herida en las manos significa una ralentización de la propia actividad. El mordisco de un animal es señal de una mala organización de la propia vida que tiene como consecuencia daños para la salud. Lavarse las manos es señal de egoísmo e indiferencia hacia el prójimo.
Entre los intérpretes de la Antigüedad, Artemidoro da una doble interpretación a los sueños que contemplan este símbolo.
Según la primera, la mano derecha simboliza los bienes que se desea adquirir y la izquierda los bienes ya adquiridos. La segunda interpretación, a la que el intérprete griego hace más referencias, ve representados en la mano derecha al padre y al hijo, y en la izquierda ve a la madre, la esposa, la hija y la esclava. Según los árabes soñar con tener las manos cortadas es presagio de la pérdida de un amigo o de un hermano. Tender la mano a alguien es símbolo de generosidad; en cambio, retirarla es señal de avaricia y avidez.