Qué significa soñar con un Árbol

El árbol, en general, se desprende cada año de sus hojas y de sus frutos y parece morir; después renace y se llena nuevamente de yemas, hojas y frutos. Se regenera, en suma, muchísimas veces, y por esta peculiaridad se convierte en el símbolo de la vida que se regenera continuamente. No es casualidad que en muchas mitologías el árbol revista un carácter sagrado y algunas divinidades fueran adoradas en forma de árbol. Símbolo de la fuerza vital, cargado de flores y frutos, tiene un significado favorable, y todavía más si a sus pies aflora una fuente.
Por sus características también se interpreta como un símbolo bisexual: erecto y proyectado hacia el cielo representa la masculinidad, la potencia generadora viril, el padre; cubierto de ramas y de frutos se convierte en el símbolo femenino, de fecundación, representante también del útero materno, de la madre. Serán las circunstancias del sueño las que sugieran la interpretación más adecuada. Cortar una rama puede significar arrancar de la madre aquella parte infantil de uno mismo que todavía está enganchada a ella y que no permite tener independencia y autonomía: sueño de crecimiento, en definitiva.
En el lenguaje de Freud, el árbol viene interpretado como un símbolo masculino y femenino.
Jung pone, en cambio, el acento en el aspecto femenino: siendo hueco representa el útero materno.
También para la interpretación popular este símbolo es sinónimo de fuerza vital. Si está cargado de flores y frutos es señal de salud y abundancia; si, en cambio, pierde la corteza y tiene ramas rotas anuncia desgracias. Un árbol roto anuncia un accidente. Será feliz quien sueñe con un árbol rodeado de agua que discurre; buen augurio es también verlo reverdecer y florecer. En la interpretación popular hay un significado diferente para cada tipo de árbol: la encina significa riqueza; el laurel, victoria; el olivo, paz; el pino, pereza, y el ciprés, disgusto.
Los intérpretes de sueños decían que un árbol delante de la propia casa era anuncio de la visita de algún hombre importante; si el árbol estaba lleno de frutos se recibiría la visita de un pariente. Pintar un árbol y verlo crecer esplendoroso es presagio de una buena carrera; cortarlo significa victoria sobre los enemigos. Si está roto es señal de enfermedad, pero una incisión en el tronco anuncia una desgracia. Un árbol privado de frutos tiene, finalmente, un significado menos favorable que otro que los tenga en abundancia.