Si desafiamos a alguien, indica tensiones nerviosas, necesidad de relajarse.
Si somos desafiados, es una señal de que ya es hora de ir tomando decisiones concretas en torno a un problema que nos afecta.
Si somos desafiados, es una señal de que ya es hora de ir tomando decisiones concretas en torno a un problema que nos afecta.