Soñar que se espera un hijo puede ser la proyección del deseo de maduración interior; es típico de una persona que todavía no es adulta, sea cual sea su edad cronológica. El sueño del embarazo es bastante frecuente en las mujeres y manifiesta, según los casos, el deseo o el temor a la maternidad, o el rechazo y el miedo a las relaciones sexuales.
Soñar con un embarazo puede significar también el deseo de alcanzar la vida matrimonial.
Cuando este sueño se presenta como un problema (embarazo interrumpido por una hemorragia, parto aterrador) representa entre otras cosas la obsesión ante el temor de sufrir enfermedades venéreas o malformaciones de los órganos sexuales.
El sueño de embarazo revela, para Freud, un proceso de maduración psíquica.
En cambio, para Jung anuncia una renovación, una evolución a través de un proceso de extroversión.
Un embarazo onírico puede ser, para la interpretación popular, presagio de una maternidad real, o también la proyección de un deseo de maternidad. Soñar que se está embarazada permite prever el renacimiento de proyectos en curso y buenas ganancias.
Los intérpretes de la Antigüedad consideraban los sueños de embarazos como normales tanto para la mujer como para el hombre. Artemidoro decía que un hombre pobre que sueña estar embarazado se convierte en rico; por el contrario, un hombre acomodado debe esperar, ante ese sueño, graves preocupaciones.