Hay dos connotaciones evidentes en el perfume una sensual o erótica; y otra ligada a lo espiritual y lo esotérico.
Los perfumes agradables sugieren asimismo acontecimientos dichosos, alegría.
Los perfumes desagradables sugieren en cambio mal carácter, situaciones molestas.
Comprar un perfume auspicia ganancias, recibimiento de noticias positivas e interesantes. Perfumarse es un reflejo de vanidad.
Los perfumes agradables sugieren asimismo acontecimientos dichosos, alegría.
Los perfumes desagradables sugieren en cambio mal carácter, situaciones molestas.
Comprar un perfume auspicia ganancias, recibimiento de noticias positivas e interesantes. Perfumarse es un reflejo de vanidad.