Símbolo preclaro del ritmo, del fluir de la vida, del movimiento perpetuo. Ver un reloj que funciona normalmente indica que nuestras actividades marchan bien, y pueden incluso llegar a mejorar.
Sentir el pulso de un reloj deja entrever que somos personas muy supeditadas a las labores y al cumplimiento de los horarios.
Somos de las personas que no gustan de andar perdiendo el tiempo en cosas banales.
Un reloj parado es sinónimo de momentos de estancamiento. Un reloj roto es indicativo de problemas pasajeros.
Comprar un reloj revela ansias por encontrarle término a un asunto pendiente de mucha importancia.
Perder un reloj denota que somos muchas veces propensos a dejar pasar las buenas oportunidades que se nos presentan.
Un reloj de pared nos advierte que no debemos subestimar ciertos detalles relacionados con un asunto laboral, que de ser descuidados podrían acarrearnos problemas en el futuro.
Escuchar la señal horaria del reloj de una torre es, según muchas claves, un feliz anuncio de bodas, así como también puede señalar el arribo del éxito deseado en el ámbito profesional.
Sentir el pulso de un reloj deja entrever que somos personas muy supeditadas a las labores y al cumplimiento de los horarios.
Somos de las personas que no gustan de andar perdiendo el tiempo en cosas banales.
Un reloj parado es sinónimo de momentos de estancamiento. Un reloj roto es indicativo de problemas pasajeros.
Comprar un reloj revela ansias por encontrarle término a un asunto pendiente de mucha importancia.
Perder un reloj denota que somos muchas veces propensos a dejar pasar las buenas oportunidades que se nos presentan.
Un reloj de pared nos advierte que no debemos subestimar ciertos detalles relacionados con un asunto laboral, que de ser descuidados podrían acarrearnos problemas en el futuro.
Escuchar la señal horaria del reloj de una torre es, según muchas claves, un feliz anuncio de bodas, así como también puede señalar el arribo del éxito deseado en el ámbito profesional.