Qué significa soñar con un Toro

El toro es símbolo de impulsividad ciega e indomable, de vitali­dad, de sentimientos orientados hacia la sexualidad y la pasión. Los sueños en los que aparece este símbolo son testimonio de poderosas y creativas fuerzas que se mantienen en el incons­ciente, pero son también reveladores de un cierto peligro que deriva del encuentro con el toro.
Animal de combate, revela que fuerzas vitales naturales se es­tán desencadenando y dirigiendo contra el mismo soñador cuan­do lo sigue y lo amenaza con su cornamenta.
Símbolo de la fuerza generadora masculina y de la energía fecundadora, el toro es, en su acepción más negativa, la repre­sentación de los instintos animales, las pasiones incontroladas y la violencia desenfrenada. La corrida debe, de hecho, su éxito, más allá de a la belleza coreográfica de los colores, sonidos y movimientos, a su simbolismo: el hombre ve representada su conciencia en el torero y sus instintos animalescos y desenfrena­dos en el toro; la muerte de este representa el triunfo de las fuer­zas positivas sobre las negativas.
El toro revela, para Freud, el fruto de la sexualidad presente en el soñador. Para Jung representa la fuerza y el dominio de la im­pulsividad.
El toro se convierte, en la interpretación popular, en el símbo­lo de una sexualidad incontenible. Pero puede representar tam­bién un importante personaje que, según la actuación del toro onírico, será benévolo u hostil. Un toro que habla resultará fatal; si está enfurecido anuncia problemas generados por un superior jerárquico; si cornea al soñador anuncia una enfermedad que será de gravedad proporcional a la herida. Soñar que se domina al toro indica una victoria sobre los demás, pero todo lo contrario cuando no sea así: se perderá el control de sí mismo.
Un toro con cuernos que se presenta en sueños es considerado, por los intérpretes de la Antigüedad, como el símbolo de un hom­bre poderoso. Si carece de afilados cuernos representa, al contra­rio, a una persona mísera y mal considerada. Un toro que persigue amenazante es interpretado como un inminente peligro y, de nuevo para los intérpretes antiguos, la mujer que sueña que ca­balga a un toro se casará con un hombre fuerte y colérico; si ya está casada el marido la subyugará.