Qué significa soñar con un Tren

El tren, como medio público de transporte, representa onírica­mente la manera en que el soñador conduce su vida social. Es especialmente importante en este símbolo prestar atención a to­dos los detalles del sueño, de él nos llegan mensajes preciosos sobre nuestro actual estado interior y útiles sugerencias sobre cómo mejorar nuestra vida. Las dificultades para subir al tren pueden simbolizar la presencia de un cierto complejo de inferio­ridad y, generalmente, dificultades de inserción social. Perder el tren puede aludir a la incapacidad para aprovechar las ocasiones que supondrían la confirmación de nuestra propia personalidad; eso puede suceder por la inhibición de las fuerzas interiores del soñador o bien por su sentido de inferioridad. Puede significar también un excesivo apego a estadios infantiles: en la práctica quizá se trate de una negativa a variar el escenario psíquico, lo que hace que se pierda el tren. También la pérdida de las male­tas, que representan las propias dotes interiores, los bienes y las posibilidades personales, denota no sólo un complejo de inferio­ridad e inseguridad, sino un complejo de culpa: es señal de que se debe madurar en relación con la vida y modificar el propio comportamiento. El billete representa, como es fácil de intuir, el precio que se debe pagar para alcanzar la meta deseada. El taquillero y el revisor simbolizan el superyó que controla y, si se dan las circunstancias, sanciona. El jefe del tren representa la inteligencia y la voluntad para llegar hasta la meta.
Soñar que se está en un tren lleno de gente significa que se lleva una vida demasiado mundana y que se es excesivamente extrovertido; un tren lleno de niños advierte que la manera en que el soñador gestiona su propia vida es un poco infantil. Hallarse solo en un tren hace pensar en una vida solitaria y privada de contactos sociales.
También la organización del tren es significativa: viajar en pri­mera clase es señal de tener buena calidad de vida y de disponer de energías suficientes para enfrentarse a los problemas; justo lo contrario significa viajar en un vagón sucio e incómodo. Puede ocurrir que se sueñe estar en primera clase pero con un billete de segunda: eso es señal de que el soñador se encuentra en una posición que está por encima de sus posibilidades.
El tren es, para Freud, un símbolo sexual, especialmente si atraviesa túneles.
Para Jung simboliza un cambio de tipo psíquico.
Según la interpretación popular, un agradable viaje en tren representa la buena marcha de los negocios; si se pierde el tren es señal de que los problemas obstaculizarán los proyectos del soñador. Si el viaje se desarrolla en medio de un paisaje desérti­co y termina en una estación abandonada, el soñador se verá pronto privado de algún afecto.
Ver pasar un tren es anuncio de buenas noticias, si es rápido y está formado por modernos vagones, pero serán malas si es len­to y los vagones están en pésimas condiciones. Asistir a un des­carrilamiento en el que se produzcan daños exclusivamente ma­teriales hace prever que llegarán problemas financieros; si, en cambio, hay también heridos, pueden producirse problemas de salud en algún pariente.