Qué significa soñar con un Viaje

El viaje simboliza de una forma especial la búsqueda de alguna cosa o de alguien. Puede ser la madre protectora, un tesoro, el conocimiento o el bienestar material. Una meta a la que se anhela llegar, que puede ser de naturaleza material, espiritual o psicológica.
Soñar con viajar revela el deseo de cambiar, de mejorar tanto social como personalmente. Puede simbolizar también la huida de uno mismo o de alguna cosa que no nos complace. Los viajes son la ocasión adecuada para llevar a cabo encuentros que puedan abrir nuevos horizontes.
Los equipajes representan tanto el pasado como las nuevas adquisiciones, el billete que se paga para poder viajar es el precio para lograr el cambio deseado. Se trata de un símbolo al que hay que prestar atención, precisamente porque va acompañado de un cambio de actitud.
Una atención especial merece el paisaje que sirve de fondo al viaje onírico: un paisaje primaveral tiene, por ejemplo, un significado decididamente positivo, da sentido a la vida que germina, a la vida que nace. También un mensaje favorable puede proceder de un paisaje veraniego, mientras que un paisaje otoñal nos advierte, más allá de la belleza de sus colores, de que el verano, con su esplendor vital, ha acabado; finalmente, el invierno es el testigo de un periodo oscuro, frío y difícil.
Este símbolo hace pensar, según la interpretación popular, en un cambio de relaciones interpersonales: si el cambio será positi­vo o negativo lo dirán las circunstancias del sueño. Viajar a pie por buenas rutas y un paisaje agradable tiene un significado po­sitivo; a caballo es señal de que las propias esperanzas no se ve­rán frustradas (es conocida la expresión: ir a caballo, es decir, estar bien situado en el lugar adecuado).
Verse en sueños en un medio de transporte (automóvil, tren, autocar, etc.) anuncia que se tendrá éxito en el trabajo. Cuanto más rápido sea ese medio de transporte, más deprisa llegará ese éxito. Viajar en compañía de alguien indica que se necesita asociarse a otros para acertar en las propias decisiones; viajar cargado de maletas que debemos transportar solos tiene un significado desfavorable: hace prever pérdidas y preocupaciones.
Prepararse para realizar un viaje es de buen augurio y anuncia ganancias, según los intérpretes de la Antigüedad, sobre todo si el viaje se desarrolla de una forma tranquila.
Un viaje a través de un paisaje desértico es presagio de enferme­dad. Viajar por una ciudad es garantía del éxito de las propias ini­ciativas. Perder el camino presagia desórdenes personales y avisa de que, si el soñador tiene algún proceso en curso, lo perderá.
Agua y viaje son un triste binomio. Encontrarse a orillas del mar o mirar un río indica que se corre el riesgo de no volver. Des­pertarse sobresaltadamente mientras se sueña con un viaje hace temer por la salud de un familiar.