Las abejas nacieron, según una leyenda egipcia, de las lágrimas del dios solar Ra cuando cayeron sobre la tierra. Tienen un simbolismo vinculado al del sol y al de la miel, es decir, de fecundidad y de inmortalidad. Además, por su diligente trabajo y su capacidad de organización, remiten a la laboriosidad, al orden y a la prosperidad. Simbolizan también el trabajo colectivo. La picadura de su aguijón provoca una hinchazón que recuerda la idea del embarazo.
Los sueños en los que aparecen abejas son generalmente positivos; por el contrario, las parientes cercanas a las abejas, las avispas, tienen una simbología negativa. Eso se debe al ruido estridente de sus alas y al hecho de que las avispas atacan y se comen los frutos del jardín. Incluso el color de su cuerpo es especialmente simbólico: negro y amarillo, colores que contrastan mucho. Y los contrastes, como se sabe, dan miedo. Además, el negro y el amarillo son considerados colores demoníacos porque representan el brusco cambio de la luz solar por las tinieblas nocturnas. Soñar con abejas puede corresponder, desde la óptica de la medicina, a una erupción cutánea que, como la erisipela, provoca sensaciones de picor antes incluso de ponerse de manifiesto.
La interpretación popular dice que nos llegarán pronto riquezas si soñamos con abejas que vuelan en torno a flores y liban el polen. Son, en cambio, símbolo de preocupación de carácter intelectual las abejas que zumban en torno a la frente del soñador. Si pican significa celos por parte de los colegas. Verlas entrar en la colmena es presagio de buenas noticias, y donar abejas es anuncio de un matrimonio ventajoso, mientras que matarlas indica que la propia posición de tipo social se ve amenazada. Si se capturan, el éxito está asegurado.
Según los intérpretes las abejas son un buen presagio sólo para quien vive en áreas rurales; en este caso anuncian abundancia.
Para todos los demás, en cambio, su zumbido anuncia molestias de todo tipo, y si pican, accidentes. Soñar con ellas es especialmente negativo si lo hace una persona enferma. Ver volar abejas por la propia casa es señal de que esta será devastada. Si el dorado insecto abandona la colmena, quiere decir que la casa será calumniada. Coger abejas es signo de ganancias.