La boca simboliza la capacidad de expresarse, de manifestarse: soñar que se tiene la boca cerrada significa que uno rechaza expresarse a sí mismo o manifestar la verdad; abrir la boca significa estar en disponibilidad de comunicar, de liberar la palabra que puede servir para elogiar o para condenar, para dar gloria o para turbar. La boca tiene también un significado erótico, femenino. Su aparición en el sueño se reconduce a la sexualidad, a la concepción, a la menstruación (por ejemplo una boca que sangra). La forma en que se muestra este símbolo en la dinámica del sueño revela la actitud personal ante el órgano femenino.
Freud vio en este símbolo la representación de los órganos genitales femeninos: cuando existe una actitud neurótica frente al sexo, por ejemplo, el temor a la castración, la boca es vista negativamente en el sueño.
La interpretación popular dice que soñar con una boca grande preludia un incremento del prestigio personal. Una boca pequeña anuncia algunos pequeños beneficios; si tiene un aspecto desagradable indica un periodo atormentado. Si se presenta abierta traduce un comportamiento pasivo por parte del soñador y cerrada hace pensar en una actitud prudente. Un sueño negativo es aquel en el que la boca aparece cerrada y se intenta inútilmente abrirla.
Según los antiguos intérpretes, este símbolo era la representación de la casa; los dientes pueden simbolizar tanto la familia como los muebles, los objetos y los caudales del soñador. Si la boca onírica es de aspecto agradable anuncia un aumento de las propiedades, igual que si aparece sonriente y con dientes muy blancos, pero si es desagradable, con caries o defectos en los dientes, predice problemas financieros o de salud.