Símbolo que lleva la connotación del poder, representa el instrumento capaz de abrirnos las puertas del destino.
La tradición que habla de San Pedro como el poseedor de las llaves que abren y cierran las puertas del Paraíso, deja entrever en este arcano onírico un simbolismo que expresa la transición del ser hacia un estadio superior de la existencia.
Tener una o varias llaves en nuestras manos revela que nuestra búsqueda está andando por un buen camino. Usar una llave para abrir una puerta significa que estaremos accediendo a nuevas y muy positivas experiencias. Usarla, en cambio, para cerrar una puerta quiere decir que estamos deseando dejar atrás una situación que estamos atravesando.
Encontrar llaves vaticina que encontraremos pronto las soluciones a nuestros problemas. Perder llaves se corresponde con oportunidades que se nos dieron y a las que no les pudimos sacar provecho. Una llave rota presagia malestares y disgustos.
La tradición que habla de San Pedro como el poseedor de las llaves que abren y cierran las puertas del Paraíso, deja entrever en este arcano onírico un simbolismo que expresa la transición del ser hacia un estadio superior de la existencia.
Tener una o varias llaves en nuestras manos revela que nuestra búsqueda está andando por un buen camino. Usar una llave para abrir una puerta significa que estaremos accediendo a nuevas y muy positivas experiencias. Usarla, en cambio, para cerrar una puerta quiere decir que estamos deseando dejar atrás una situación que estamos atravesando.
Encontrar llaves vaticina que encontraremos pronto las soluciones a nuestros problemas. Perder llaves se corresponde con oportunidades que se nos dieron y a las que no les pudimos sacar provecho. Una llave rota presagia malestares y disgustos.