Qué significa soñar con una Vasija

La vasija, como el ánfora, la jarra, el vaso o los recipientes en general, representa el útero materno, donde nace y crece la vida. Simboliza también el inconsciente. En una conocida leyenda griega se habla de un ánfora realizada con arcilla que fue entre­gada por Zeus a una joven, Pandora (la expresión «caja de Pando­ra» en lugar de ánfora o jarra es una deformación renacentista). Esta joven fue enviada a la tierra con la recomendación de no abrir nunca el ánfora; sin embargo, no pudo resistir la tentación, levantó la tapa y del ánfora salieron todos los males que todavía afligen desde entonces a la humanidad. Esta leyenda nos enseña que liberar el inconsciente puede ser peligroso si no se dispone de los conocimientos y la voluntad adecuadas para conseguir do­minar lo que es liberado.
Una vasija que en un sueño se presenta llena es una señal de buen equilibrio, pero si está vacía invita a esforzarse para evitar futuros desequilibrios psicológicos.
El pensamiento de Freud identifica la vasija con el cuerpo fe­menino, simbolismo en el que también está de acuerdo Jung.
Una vasija llena anuncia, en la interpretación popular, un emba­razo o un aumento del patrimonio; un recipiente roto es un mal augurio, pero si está lleno de flores simboliza una agradable sorpre­sa, igual que si se ofrece un vaso lleno de agua. Beber de un vaso promete matrimonio, romper un recipiente hace prever tiempos du­ros y soñar con una vasija de noche anuncia una enfermedad.
La tradición de los intérpretes de la Antigüedad ve un buen au­gurio de riqueza en los sueños en los que aparecen recipientes llenos de agua; si contienen poca, o no tienen ni una gota, simbo­lizan la pobreza. Derramar agua de un recipiente es un buen pre­sagio.
Regalar una vasija vacía es un anuncio de miserias que sufrirá el soñador no acomodado, pero darla llena es un anuncio de que tendrá hijos y éxitos. Romper un vaso supone conflictos. Soñar con recipientes de cristal hace temer, por su fragilidad, preocu­paciones. Para algunos intérpretes, romper jarras y vasos anun­cia la satisfacción de los deseos personales. Por ese motivo existe la costumbre de romper expresamente un vaso en algunas cere­monias nupciales, para conseguir que los deseos de los nuevos esposos se vean cumplidos.