Estos sueños expresan generalmente el sentimiento de estar por encima de los acontecimientos de la vida cotidiana, pues reflejan el deseo de un particular e insólito modo de vivir.
Representan el deseo de elevarse por encima de las cosas habituales para moverse en una dimensión más amplia y alejada de la realidad diaria.
Para entender bien el significado de este vuelo nocturno es importante valorar la altura, el estado emocional y las sensaciones que se experimentan. Todo es válido para obtener informaciones sobre el significado específico de nuestro volar.
Hay quien ve en estos sueños un significado de contenido sexual. Efectivamente, el deseo de sexo es muchas veces el reflejo de la voluntad de ir más allá de los confines del propio yo, utilizando la energía sexual como un fuerte propelente para proyectarse más allá y más arriba en un gran vuelo cósmico. Otros ven en el sueño del vuelo un deseo de evolución, de perfección espiritual. Otros, incluso, ven el deseo de superar a los semejantes. O una gran sed de poder, de estima y de saber; o un deseo de ascenso profesional y económico. Todas estas interpretaciones son válidas. Corresponde a cada uno elegir la más idónea a su forma de ser.
Soñar con volar revela el deseo de huir de la realidad cotidiana elevándose por encima de todo. Además del deseo de elevación espiritual, también simboliza el deseo de experimentar un ascenso social y profesional, de aumentar la estima o el poder.
Los sueños de vuelo tienen siempre, según Freud, un significado sexual, tanto si el vuelo se realiza sin medios mecánicos como si se efectúa con aviones, globos o aves.
La interpretación de Jung se separa notablemente de la de su ilustre colega, dado que para Jung los sueños de vuelo expresan el deseo de evolucionar, de buscar un perfeccionamiento espiritual. Estos sueños sugieren también el deseo de superar a los demás, la sed de poder, de estima y de saber.
La interpretación popular plantea que cuando se sueña con volar en posición erguida se produce un cambio de visión de las cosas. Si se vuela sin alas a gran distancia de la tierra es inminente la aparición de un peligro. Volar junto a otras aves anuncia un próximo adulterio desvelado públicamente.
Volar con facilidad significa que las iniciativas propias tendrán éxito. Descender voluntariamente a tierra indica una experiencia similar a la de conseguir un tesoro; caer indica, en cambio, una falta de concreción. Si durante el vuelo se experimenta un cierto miedo significa que la responsabilidad nos atemoriza. Volar sobre un paisaje desconocido es presagio de grandes viajes.
Para los intérpretes de la Antigüedad, y de una forma especial para Artemidoro, volar es señal de ascenso social y de viajes. Si el vuelo se produce con alas indica que el soñador recibirá honores y riquezas; en cambio, volar sin alas hace presagiar la presencia de obstáculos y peligros. Intentar volar sin conseguirlo se convierte en un pésimo augurio.